Nunca antes hubo tantas posibilidades para los niños que nacen sordos o con problemas de audición o para aquellos que adquieren la sordera en la primera infancia. La mayoría de estos niños pueden aprender a escuchar sus propias voces, a escuchar las voces de los demás y a escuchar los sonidos de la vida.
Aprendiendo a escuchar, pueden aprender a hablar. Tras recibir el diagnóstico de hipoacusia, muchos padres, por difícil que sea, solo quieren actuar y hacer algo de inmediato que les permita a sus hijos oír, escuchar y aprender el lenguaje hablado.
En la Práctica Auditivo-Verbal (PAV), utilizando la Terapia Auditivo Verbal (TAV), los padres trabajan en conjunto “aliados” con un terapeuta auditivo verbal, quien los guiará en la tarea de ayudar a sus hijos a aprender a hablar aprendiendo a escuchar.
Desde las primeras sesiones de TAV, los padres recibirán esperanza y aliento mientras aprenden que: los audífonos, los implantes cocleares y otras tecnologías de ayuda auditiva son imprescindibles para el desarrollo de la audición y la comunicación, las habilidades de oír y escuchar le facilitarán al niño el desarrollo del lenguaje hablado.
La participación activa, tanto en las sesiones de Terapia Auditivo-Verbal como en las actividades de la vida diaria con el niño, harán que escuchar y comunicarse verbalmente sucedan lo más rápido posible.
Son los primeros años de vida del niño, los que constituyen el período crítico del desarrollo neurológico y lingüístico, por lo que la audición, el habla y el lenguaje pueden ser adquiridos tan naturalmente como sea posible, así, el niño puede asistir a escuelas regulares y la familia será entrenada, guiada y apoyada por un equipo de profesionales altamente cualificado.
Muchos niños que son sordos o hipoacúsicos tienen suficiente audición residual, que, con el uso de audífonos con tecnología de vanguardia, monitorizados y controlados consistentemente, pueden aprender a escuchar y hablar con voz natural y melodiosa. Sin embargo, aquellos niños que no tienen suficiente audición residual para lograrlo, son, potencialmente, excelentes candidatos para recibir un implante coclear. El implante coclear es un dispositivo biomédico y uno de los logros más significativos en la tecnología auditiva del siglo XX. Está diseñado para ayudar a escuchar a través de la estimulación eléctrica, a los niños y adultos con pérdidas auditivas severas y profundas, y a aquellas personas que reciben un mínimo beneficio con sus audífonos.
La Terapia Auditivo-Verbal es uno de los abordajes para el desarrollo de la comunicación verbal que guía a los padres a ayudar a sus hijos a maximizar su nuevo potencial auditivo proporcionado por los implantes cocleares (Estabrooks, 2000). Hoy, con el tamizaje auditivo neonatal, las avanzadas tecnologías auditivas y la educación y terapia centrada en la familia, la mayoría de los niños sordos o con pérdidas auditivas, pueden beneficiarse enormemente con la Terapia Auditivo-Verbal y la educación Auditivo-Verbal. Existe un gran cambio global en los resultados de la audición y la comunicación verbal de los niños con sordera o pérdidas auditivas. Se encontró que los programas auditivo-orales y los programas Auditivo-Verbales tienen más similitudes que diferencias.
La Terapia Auditivo-Verbal consta de educación, guía, asesoramiento y apoyo a la familia y tiene como objetivo que los niños aprendan a escuchar y a hablar, que participen en conversaciones significativas, que puedan ser incluidos en programas escolares regulares, y que puedan tener alternativas educativas, sociales y profesionales durante toda la vida.
La Terapia Auditivo-Verbal es la aplicación de técnicas, estrategias, condiciones y procedimientos que promueven la óptima adquisición del lenguaje hablado a través de la audición. Como consecuencia, la audición se convierte en la fuerza principal para la consolidación del desarrollo de la vida personal, social y académica del niño.
Cuando la Terapia Auditivo-Verbal se realiza con la seriedad, experiencia, supervisión y amor necesarios, muchos niños sordos o con pérdidas auditivas, desarrollan niveles excepcionales de comunicación verbal (Estabrooks et al, 2004).
La Terapia Auditivo-Verbal está considerada como un enfoque holístico en el cual la interacción social es esencial para el desarrollo de la independencia cognitiva y lingüística funcional.
La Terapia Auditivo-Verbal enfatiza el desarrollo de la audición y el lenguaje a través del juego, las canciones, rutinas diarias, así como también actividades terapéuticas estructuradas (Estabrooks et al, 2004).
La Terapia Auditivo-Verbal promueve la detección y el diagnóstico temprano de la discapacidad auditiva, idealmente en la maternidad a través del programa de tamizaje auditivo neonatal universal. y el uso consistente de dos audífonos o implante coclear para maximizar la detección de todos los sonidos y comprensión del habla. y terapias individualizadas y ambientes de aprendizaje donde la audición y la comunicación verbal sean los modos esperados de comunicación.
La Terapia Auditivo-Verbal ayuda a los padres a desarrollar habilidades que le permitirán a sus niños a aprender a través de la audición y comunicarse a través del lenguaje oral y a convertirse en el modelo principal para el desarrollo del habla y el lenguaje. y a comprender el impacto de la sordera dentro de toda la familia.
La Terapia Auditivo-Verbal estimula al niño a darse cuenta de su potencial auditivo maximizando el uso de dos audífonos o implante(s) coclear(es) y la participación de los padres a través de la observación, discusión, asesoramiento y participación activa en todas las sesiones de terapia y en el manejo audiológico intenso y soporte técnico.
La Terapia Auditivo-Verbal es individualizada y adaptada a las necesidades específicas de cada niño y su familia. No se trata de una lista de ejercicios y no está dirigida a terapias grupales. La TAV incorpora el desarrollo del lenguaje oral a través de la audición, dentro de todos los aspectos de la conducta social, emocional y cognitiva del niño, de manera que la audición se convierta en una parte integral de su vida.
La Terapia Auditivo-Verbal puede llevarse a cabo en un hospital, una clínica, un consultorio privado, en la casa o en la escuela.
La Terarpia Auditivo- Verbal es siempre un trabajo en equipo. La familia y el terapeuta auditivo-verbal trabajan junto con el audiólogo, el personal médico y el personal escolar de cada niño. Consecuentemente, la comunicación eficiente entre los miembros del equipo, aseguran que el desarrollo del niño se potencie y maximice. Esta comunicación ayudará a determinar si la TAV es el enfoque apropiado para el niño y su familia. Cuando la TAV no es lo apropiado, se deriva al niño hacia otro enfoque y se establece un plan de transición que asegure que esa derivación sea lo menos traumática posible para la familia.
Principios de la Práctica Auditivo-Verbal
Los siguientes diez principios son la base sobre la cual funciona la Practica Auditivo-Verbal.
Estos principios deberán ser seguidos por todos los profesionales que provean servicios auditivo-verbales.
Estos principios son necesarios para llevar a cabo la Práctica Auditivo-Verbal.
El término padres, en estos principios, se refiere a todas las personas que cuidan y asisten al niño en su vida y que promueven el diagnóstico temprano de la discapacidad auditiva en recién nacidos, infantes, niños pequeños y niños más grandes, seguidos por un manejo audiológico inmediato y Terapia Auditivo-Verbal.
- Promover el diagnóstico temprano de la discapacidad auditiva en recién nacidos, infantes, niños pequeños y niños más grandes, seguidos por un manejo audiológico inmediato y Terapia Auditivo-Verbal.
- Recomendar la evaluación inmediata y el uso apropiado, de la mejor
tecnología auditiva para obtener el
máximo beneficio en la estimulación auditiva. - Guiar y entrenar a los padres para que ayuden a sus hijos a usar la audición como la principal modalidad sensorial para el desarrollo del lenguaje oral.
- Guiar y entrenar a los padres para que se conviertan en los facilitadores primarios de la audición y el desarrollo lenguaje oral de sus hijos a través de la participación constante (y) activa en la Terapia Auditivo-Verbal individualizada.
- Crear ambientes que apoyen y sustenten la audición para la adquisición del lenguaje oral a través de actividades diarias del niño.
- Guiar y entrenar a los padres para ayudar a sus hijos a integrar la audición y el lenguaje oral en todos los aspectos de la vida del niño.
- Guiar y entrenar a los padres para que usen los patrones de desarrollo auditivo, lingüístico, cognitivo y comunicativo típicos.
- Guiar y entrenar a los padres para que ayuden a sus hijos a auto-monitorizar su lenguaje oral a través de la audición.
- Administrar evaluaciones diagnósticas continuas formales e informales a fin de desarrollar un plan terapéutico Auditivo-Verbal, y así monitorizar el progreso y evaluar la efectividad de los planes para el niño y la familia.
- Promover la educación en aulas de escuelas regulares, donde asisten otros niños con audición típica, así como servicios apropiados de apoyo desde edades tempranas en adelante. (AGBell Academy, 2006).
El compromiso de los padres en la Terapia Auditivo-Verbal
Como la Terapia Auditivo-Verbal fomenta el máximo aprovechamiento de la audición para aprender el lenguaje hablado y enfatiza la audición en vez de la visión, esta terapia necesita ser llevada a cabo en las mejores condiciones acústicas posibles. Así, el ambiente auditivo es mejorado por los padres y/o el terapeuta, es recomendable se que se sienten al lado del niño, del lado donde el niño tiene el mejor potencial auditivo (el mejor oído), hablar a una distancia de alrededor de 20 a 30 centímetros del audífono del niño o del micrófono del implante coclear, hablar a un volumen regular conversacional. y minimizar el ruido del ambiente, usar el habla en forma repetitiva, rica en melodía, ritmo y expresiones, usar realce acústico (técnicas que hacen que los sonidos del habla sean más fácilmente oídos) (Estabrooks,1998).
El compromiso activo de los padres es la piedra fundamental de la Terapia Auditivo-Verbal.
Los padres y profesionales forman un equipo de confianza y respeto a lo largo del tiempo. A pesar de que los profesionales tienen la experiencia e información, ellos no son quienes van a tomar las decisiones y decirles a los padres qué deben hacer. Los padres quieren hacer preguntas, ser escuchados y tener sus propias respuestas valoradas.
En la TAV, los padres observan, participan y practican mientras aprenden:
- Modelar técnicas para estimular el habla, el lenguaje y actividades comunicativas en el hogar
- Planear estrategias para integrar la audición, el habla, el lenguaje y la comunicación en las rutinas diarias y experiencias. y comunicarse como socios en el proceso de terapia. y informar al terapeuta sobre los intereses y habilidades del niño.
- Interpretar el significado de los primeros intentos comunicativos del niño. y desarrollar técnicas apropiadas de manejo conductual.
- Registrar y discutir su progreso.
- Interpretar las metas a corto y largo plazo. y desarrollar confianza en la interacción padre-niño. y tomar decisiones fundamentadas
- Abogar en nombre de su hijo (Estabrooks, 2012)
Conclusión
Los avances científicos en la tecnología de ayuda auditiva y las tendencias de terapia y educación centradas en la familia han abierto grandes oportunidades a los niños con dificultades auditivas, para adquirir el lenguaje y el habla inteligible.
La Terapia Auditivo-Verbal, como ciencia aplicada con metas objetivos medibles, guía y apoya a los padres para que ayuden a sus hijos a aprender a hablar a través de la audición. Por consiguiente, esos niños podrán crecer y desarrollarse con una gran variedad de oportunidades en sus vidas.
Referencias
► Estabrooks, W. (Ed.) (1998) Cochlear Implants for Kids. Washington, DC: A.G. Bell.
► Estabrooks,W. (Ed.) (2006) Auditory-Verbal Therapy and Practice. Washington, DC: A.G. Bell.
► Estabrooks, W. (Ed.) (2012) 101 FAQs About Auditory-Verbal Practice. Washington, DC, USA: AGBell 2014.
