El tamiz auditivo neonatal tiene como objetivo identificar lo antes posible la pérdida de audición en recién nacidos y bebés.
En el caso de la pérdida auditiva permanente, el diagnóstico y tratamiento iniciado antes de los seis meses de vida del niño generalmente permiten mejores resultados para el desarrollo de la función auditiva, el lenguaje, el habla, el proceso de aprendizaje y, en consecuencia, la inclusión escolar regular y de mejor calidad. de vida.
La TAN debe realizarse preferentemente en los primeros días de vida (24h a 48h) en la sala de maternidad o durante el primer mes de vida, excepto en los casos en que la salud del niño no permita los exámenes.
Todos los recién nacidos deben someterse al tamiz auditivo y no solo aquellos con un indicador de riesgo de pérdida auditiva. Cuando se produzca un cambio en la prueba inicial, se deberá realizar una nueva prueba en un plazo máximo de hasta 30 días. La nueva prueba debe realizarse en ambos oídos, incluso si la prueba inicial falló unilateralmente.
Los neonatos o lactantes con indicadores de riesgo de hipoacusia, lo que multiplica por diez la incidencia de sordera, son aquellos que presentan en su historia clínica los siguientes factores:
- Antecedentes familiares de sordera permanente, de inicio en la infancia.
- Estancia en la UCIN por más de cinco días, o la ocurrencia de cualquiera de las siguientes condiciones, independientemente de la duración de la estancia en la UCIN: ventilación extracorpórea; ventilación asistida; exposición a antibióticos y/o diuréticos; hiperbilirrubinemia; anoxia perinatal severa; puntaje de Apgar neonatal de 0 a 4 en el primer minuto, o de 0 a 6 en el quinto minuto; peso al nacer inferior a 1.500 gramos.
- Infecciones congénitas (toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus, herpes, sífilis, VIH).
- Anomalías craneofaciales que afectan al oído y al hueso temporal.
- Síndromes genéticos que suelen expresar deficiencia auditiva (como Waardenburg, Alport, Pendred, entre otros).
- Trastornos neurodegenerativos (ataxia de Friedreich, síndrome de Charcot-Marie-Tooth).
- Infecciones postnatales bacterianas o virales como citomegalovirus, herpes, sarampión, varicela y meningitis.
- Trauma de la cabeza.
- Quimioterapia.
- Observación de los padres o la familia por no obtener respuestas a estímulos sonoros o por el retraso en el desarrollo del habla o del lenguaje del niño.
Además de realizar la prueba auditiva uno o dos veces , es necesario asegurarnos de la monitorización y seguimiento del desarrollo auditivo y del lenguaje y, cuando sea necesario, del diagnóstico oportuno y la rehabilitación. Es fundamental que este seguimiento se realice mensualmente a lo largo del primer año de vida del niño.
En caso de resultados satisfactorios, los padres/tutores deben ser informados sobre el desarrollo auditivo y lingüístico del niño. Se sugiere utilizar como referencia los hitos para el seguimiento del desarrollo de la audición y el lenguaje . Además, se les debe instruir sobre la necesidad de realizar un seguimiento en las consultas con el pediatra y de realizar una valoración otorrinolaringológica y audiológica entre los 7 y los 12 meses.
En caso de que se vuelva a fallar la prueba, todos los recién nacidos y los bebés deben ser derivados de inmediato para que los evalúe el otorrinolaringólogo y el audiólogo , para así hacer pruebas mas específicas que permitan la detección de la sordera o hipoacusia en edad temprana.
Del nacimiento a los 3 meses
Se despierta ante los sonidos. Se inquieta al escuchar que alguien se acerca Parpadea o abre más los ojos ante los ruidos.
De 3 a 4 meses
Deja de jugar, escucha los nuevos sonidos. Se sonríe cuando apareces Busca la fuente de sonidos nuevos que no están a la vista.
Arrulla y gorjea con inflexiones (cambios de tono). Dice “mamá”.
Cumple órdenes sencillas. Tiene un vocabulario de tres a cinco palabras. Imita algunos sonidos. De 18 a 24 meses
Tiene un vocabulario de 20 a 50 palabras. Dice frases de dos palabras. La mitad de lo que habla es entendible para los extraños.
Tiene un vocabulario de 500 palabras. Dice frases de cuatro o cinco palabras. Un 80 % del habla es entendible para los extraños. Comprende algunos verbos. |
Aquellos neonatos y lactantes con malformaciones del oído, aunque sólo sea una de ellas, deben ser derivados directamente para diagnóstico otorrinolaringológico y audiológico.