Hay muchas maneras en que podemos ayudar a nuestros hijos a aprender , comprender y usar las palabras.
Del nacimiento a los 2 años
Haga bombardeo auditivo de sonidos, como las vocales, sílabas como “ma”, “da” y “ba” “ta”… Trate de que su hijo le ponga atención y le responda.
Mire a su bebé cuando hace sonidos. Hable con él y diga lo que dice. Haga como si estuvieran conversando.
Responda cuando su bebé se ría o haga muecas. Hágale las mismas caras.
Enséñele a hacer lo que usted hace, como aplaudir , jugar con las manos, cantarle acompañando los movimientos, balancéelo al jugar, ´tapelo con una cobijita y jueguen al escondite.
Hable con su bebé mientras lo baña, lo alimenta y lo viste. Hable acerca de lo que está haciendo y hacia dónde va. Dígale a quién o qué verá.
Señale colores y formas que estén a su alrededor.
Cuente lo que ve.
Use gestos, como apuntar, saludar y señalar.
Haga los sonidos de los animales. Esto ayuda a su bebé a asociar sonidos con fuentes sonoras, en este caso a conectar el sonido y el animal. Use oraciones como “El perro dice guau-guau”.
Agregue mas sonidos o palabras a lo que dice su bebé. Cuando su bebé diga: “Mamá”, diga: “Aquí está mamá. Mamá te ama. ¿Dónde está el bebé? Aquí está el bebé”.
Léale a su hijo. No tienes que leer cada palabra, pero habla de las imágenes. Elija libros que sean resistentes y que tengan dibujos grandes y coloridos. Entre mas pequeño un niño las imágenes tendrán que ser grandes y llamativas. Mira “¿Qué es esto? ” e intente que señale o nombre objetos mientras usted se los nombra o describe, haga sonidos y use las expresiones que usarían los personajes.
De lo 2 a los 4 años
Háblele claramente a su hijo. Modele un buen discurso.
Repita lo que dice su hijo para demostrar que lo entiende. Añada palabras o diga expresiones a lo que ya dice. Use palabras como “¿Quieres leche? Tengo leche. Tengo leche con chocolate. ¿Quieres leche con chocolate?”.
Está bien hablar como un bebé de vez en cuando. Asegúrese de usar la palabra adulta también. Por ejemplo, “Es hora de ir de lingo li lingo. Pasearemos ahora”.
Recorte imágenes de cosas favoritas o conocidas. Póngalos en categorías, como cosas para montar, cosas para comer y cosas para jugar. Haga dibujos divertidos mezclando y combinando dibujos. Pegue una imagen de un perro al volante de un automóvil. Hable sobre lo que está mal con la imagen y las formas de “arreglarlo”.
Ayude a su hijo a entender y hacer preguntas. Juega el juego del sí-no. Haga preguntas como, “¿Eres Mary?” y “¿Puede un cerdo volar?” Haga que su hijo invente preguntas y trate de engañarlo.
Haga preguntas que incluyan una opción más. “¿Quieres una manzana o una naranja?” “¿Quieres usar tu camisa roja o tu camisa azul?”
Ayude a su hijo a aprender nuevas palabras. Nombre las partes del cuerpo y hable sobre lo que hace con ellas. “Esta es mi nariz. Puedo oler flores, bizcochos de chocolate y jabón”.
Cante canciones sencillas y diga rimas infantiles. Esto ayuda a su hijo a aprender el ritmo del habla. Juegue a las rondas infantiles.
Coloque objetos familiares en una caja. Haga que su hijo saque uno y le diga su nombre y cómo usarlo. “Esta es mi pelota. La reboto. Juego con ella”.
Muestre imágenes de personas y lugares familiares. Hable acerca de quiénes son y qué sucedió. Trate de inventar nuevas historias.
4 a 6 años
Preste atención cuando su hijo le hable.
Obtenga la atención de su hijo antes de hablar.
Elógiele cuando le diga algo. Demuestra que entiendes sus palabras.
Pause después de hablar. Esto le da a su hijo la oportunidad de responder.
Siga ayudandole a aprender nuevas palabras. Diga una palabra nueva y dígale lo que significa, o utilícela de una manera que le ayude a entender. Por ejemplo, puede usar la palabra “auto” en lugar de “coche”. Puede decir: “Creo que conduciré el auto a la tienda. Estoy demasiado cansada para caminar”.
Hable acerca de dónde están las cosas, usando palabras como “primero”, “medio” y “último” o “derecha” e “izquierda”. Hable sobre opuestos como “arriba” y “abajo” o “encendido” y “apagado”.
Haga que su hijo adivine lo que usted describe. Diga: “Lo usamos para barrer el piso” y pídale que encuentre la escoba. Diga: “Es frío, dulce y bueno para el postre. Me gusta la fresa” para que pueda adivinar “helado”.
Trabaje en grupos de elementos o categorías. Encuentra lo que no pertenece a un grupo. Por ejemplo, “Un zapato no va con una manzana y una naranja, porque no se puede comer. No es redondo. No es una fruta”.
Ayude a su hijo a seguir instrucciones de dos y tres pasos. Usa palabras como: “Ve a tu cuarto y tráeme tu libro”.
Pídale a su hijo que dé instrucciones. Sigue sus instrucciones mientras le dice cómo construir una torre de bloques.
Juegue juegos como al construir una “casa” dentro de la casa o en el patio. Déjale ser la madre o el padre mientras tú pretendes ser el niño. Hable acerca de las diferentes habitaciones y muebles de la casa.
Miren videos películas juntos , en la televisión o en una tableta. Hable sobre lo que está viendo. Dígale que adivine lo que podría suceder a continuación. Hable de los personajes. ¿Están felices o tristes? Pídale que le cuente lo que sucedió en la historia. Represente juntos una escena o inventle un final diferente.
Utilice las tareas cotidianas para aprender el idioma. Por ejemplo, hable sobre los alimentos en el menú y su color, textura y sabor cuando estén en la cocina. Hable acerca de dónde poner las cosas. Pídale que ponga la servilleta sobre la mesa, en su regazo o debajo de la cuchara. Hable acerca de a quién pertenece la servilleta. Di: “Es mi servilleta”. “Es de papá”. Es de Karla. Vayan de compras al supermercado juntos. Hable sobre lo que comprará, cuántas cosas necesitará y lo que hará. Hable sobre tamaños, formas y peso.
¿Qué hacer y no hacer ?
Intercambiar preguntas por comentarios
A veces, las familias encontrarán que les hacen preguntas a los niños una y otra vez y no obtienen una respuesta. Si un niño no habla, hacerle muchas preguntas puede ser abrumador y frustrante. En lugar de preguntarle a un niño, “¿Qué es eso? ¿Es un pájaro?”, cambie su comentario a “¡Hola, pájaro!”. Como regla general, trate de equilibrar cada pregunta con dos comentarios.
Siga los intereses de su hijo
A los niños les encanta jugar juegos. El juego imaginativo es clave para aprender nuevas habilidades y practicar en un ambiente seguro y reconfortante. El juego es vital para animar a los niños a desarrollar su lenguaje. Un ejemplo es juntar un juego de té de muñeca, botellas y algo que pueda ser una cama imaginaria. Anime al niño a representar la situación a través del juego y, mientras lo hace, háblele sobre lo que está haciendo. Mantener las oraciones cortas y usar solo las palabras necesarias ayudará.
Leer a los niños en voz alta
A los niños también les encanta leer libros. Leerles en voz alta a los niños es una de las mejores oportunidades para exponerlos a muchos sonidos, idiomas y vocabulario diferentes. Esto es particularmente importante para los niños sordos o con dificultades auditivas.
Apoye sus esfuerzos
A veces, para los hablantes tardíos, junto con el desarrollo posterior del habla y el lenguaje, surgen algunos errores en su capacidad para pronunciar ciertas palabras o frases. También pueden cometer algunos errores gramaticales. Cuando esto suceda, en lugar de corregir el error que han cometido, apóyelo y anímelo en su esfuerzo por tratar de facilitar más intentos de hablar. Asegúrese de usar siempre las palabras, la pronunciación y las estructuras gramaticales correctas, para que el niño escuche los modelos correctos de lenguaje y habla.
Use una variedad de palabras
Cuando intente ayudar a un niño a expresarse, es natural decirle los nombres de cosas como gato, perro o chocolate. Es importante que un niño aprenda los otros tipos de palabras para las mismas cosas. Por ejemplo, un perro podría denominarse cachorro o incluso un perro (sinónimos). Decir cómo son las cosas, por ejemplo, no solo decir pelota, sino “la pelota azul”, “trae la pelota grande, o de colores” . Usar los verbos (acciones), por ejemplo mira, el pato que nada, el avión que vuela, el coche que avanza, etc.
