¿Cómo podemos promover una conducta activa de audición en nuestros hijos?


Un oyente activo está ansioso  por escuchar lo que la gente tiene que decir. Busca conexión con los demás a través de escuchar con atención sus palabras. Cuando un niño desarrolla este tipo de postura para la audición, me siento contento porque sé que obtendrá el máximo provecho de cada experiencia lingüística con la que se enfrente cada día. A esta postura me gusta llamarla “postura abierta de audición“.

Un oyente activo preguntará “¿Qué has dicho mamá?”; escuchará las conversaciones de los demás y aprenderá mucho a través del lenguaje incidental. Un oyente inactivo sólo escucha cuando se le habla directamente a él y en ocasiones, puede necesitar un recordatorio para empezar a  escuchar.

Un oyente activo le dará al interlocutor mucho tiempo para hablar y le hará preguntas para obtener aún más información de él. Un oyente inactivo monopoliza las conversaciones a fin de quedarse a salvo en los temas que conoce y reduce el tiempo total que emplea para escuchar.

Un oyente activo se preocupa cuando escucha algo que no tiene sentido, incluso, puede pedir una aclaración. Un oyente inactivo simulará que entiende cuando en realidad no lo hace. No confía en que pueda reparar los problemas en la comprensión de lo que alguien vaya a decirle.

Así que, ¿cómo podemos promover una actitud de audición más activa? Estos son algunos consejos a tener en cuenta al promover buenos hábitos de audición en tu hijo:

  • Modela buenas conductas de audición.
  • Respeta el turno de tu hijo en la conversación y dale tiempo para responder.
  • Muestra interés en lo que tiene que decir.
  • Evita hablar demasiado.
  • Promueve que el escuchar sea interesante. Los niños con audición normal suelen pasar sus días escuchando lo que les interesa. Cuando nos preocupamos por el retraso en el lenguaje de nuestro hijo tendemos a presionar y repetir los
    temas que nos parecen importantes.  A menudo, estos temas son menos interesantes para él. Los temas aburridos desalientan la atención auditiva. Los temas interesantes refuerzan la atención auditiva.
  • Habla con tu hijo acerca de lo que más le interesa.
  • Muestra seguridad cuando tu hijo está escuchando.
  • Háblale, incluso, cuando no está “listo” o cuando no te está mirando a la cara. Hazlo responsable por escuchar lo que le dices. “Nicolás … ¿No me has oído? Tienes que escuchar. Pídeme “Otra vez o repítelo por favor”. Cuando tu hijo sea mayor y te pida que le repitas lo que acabas de decir, pregúntale: “¿Qué escuchaste?” y espera a que te cuente lo que logró escuchar en el primer intento.

Un niño que tiene una “postura abierta de audición” ganará mucho en su lenguaje, ya que estará expuesto a las oportunidades diarias para escuchar. El niño que tiene hambre de escuchar lo que otros tienen que decir, hará que aumente su apetito, mientras se conecta a través del sonido al  mundo que le rodea.


Dave Sindrey

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CEPAL

Centro Especializado en Psicología Audición y Lenguaje