Los riesgos para la salud física y mental de los cuidadores.

Un cuidador es una persona que ayuda a otra en sus necesidades médicas y personales. A diferencia de una persona que se dedica profesionalmente al cuidado de la salud y que es remunerado para ello, un cuidador tiene una relación personal significativa con la persona que lo necesita. Por lo general, la persona a la que cuida tiene una enfermedad crónica, una afección incapacitante o es un adulto mayor que no puede cuidarse a sí mismo.

Un cuidador ayuda con las actividades diarias, tales como:

  • Preparar comidas
  • Hacer mandados
  • Cuidar de la higiene de la persona a la que cuida
  • Limpiar el área de cuidado o permanencia del enfermo y/ o la casa por completo
  • Realizar tareas médicas, como supervisar la alimentación, verificar el uso de sondas y administrar medicamentos
  • Asistir al enfermo en sus necesidades

Es importante para las personas que toman el rol de cuidador, tomen medidas para mantener bajo su nivel de estrés.

El estrés y el agotamiento físico y mental hacen que las responsabilidades de cuidar se vuelvan más difíciles, y pueden causar tensión adicional con el ser querido al que está cuidando. No cuidarse a si mismo puede imponer exigencias que alteran su tolerancia,  paciencia, concentración, energía y estado de ánimo. Sin lugar a dudas, podrá hacer un mejor trabajo si se  cuenta con apoyo, tanto para el cuidado personal como el descanso, cuidarse a sí mismo y asegurarse de que seguirá siendo el mejor cuidador que puede haber.

Esto significa pedir ayuda y apoyo cuando necesite tomarse un descanso, asegurarse de dormir ocho horas cada noche, hacer ejercicio regularmente y tener una dieta saludable y bien balanceada que incluya muchas frutas y verduras.

También puede preguntar si usted o su ser querido son elegibles para recibir cuidado de relevo , ya sea por un familiar o un profesional que esté preparado para ello, las  responsabilidades pueden ser compartidas por algunas horas o días, o que se encargue del cuidado alternativo por un corto período de tiempo.

Es importante no tener miedo de pedir consejo y/o ayuda, puede ser solo una persona que ayude en las actividades domésticas o un familiar que participe en una tarde, para un paseo o actividad de entretenimiento.

Del mismo modo, también es importante recordar que el cuidador principal debe tomar tiempo para sí mismo y continuar haciendo las cosas que le gusta hacer, para desconectarse y relajarse por un tiempo antes que el estrés afecte su propia salud. Ya sea ir al gimnasio, al cine, a platicar, o simplemente salir a caminar o acostarse temprano para terminar de leer un libro.

Hacer tiempo para ti también significa cubrir con tus propias necesidades, acudir a las citas médicas y estar al tanto de cualquier condición médica que puedas presentar, es muy importante, ya que es común que dejes de lado tu atención, y  tu estado de salud puede empeorar.

También es importante ser realista. Recuerde que no puede manejar todo por su cuenta, especialmente si tiene múltiples responsabilidades además de cuidar a su ser querido. Aquí es donde es útil escribir su lista de tareas y priorizar las tareas que realmente puede hacer en un día. El resto, si es posible, puede posponerse para otro día o delegarlo a un familiar o amigo de confianza. Es importante en esta situación tratar de no sentirse culpable, y recuerde que está haciendo su mejor esfuerzo.

Es posible que pueda hacer todo lo posible para aplicar todas estas medidas y aún así sentirse abrumado, estresado, preocupado o cansado. Su salud emocional también puede verse afectada por el bienestar de la persona que está cuidando.

Síntomas de agotamiento o síndrome del estrés del cuidador 

Se recomienda estar atento a los síntomas para que se pueda acudir a tiempo con un médico para pedirle consejo y apoyo en las etapas iniciales. Es posible que solo le den consejos sobre cómo relajarse más, pero aun así, siempre es recomendable buscar ayuda cuando note los síntomas por primera vez.

Estos síntomas pueden incluir:

  • Cambios de humor extremos. Sentirse triste o sentirse feliz en un minuto y extremadamente irritado al siguiente es un síntoma común de agotamiento del cuidador por lo que estos cambios no permitirán brindar la atención que su ser querido necesita.
  • Un sistema inmunológico comprometido. El estrés también puede afectar a su sistema inmunológico, y tu cuerpo está tratando de decirte que le prestes atención.
  • Agotamiento crónico. Los cuidadores a menudo no duermen lo suficiente, este agotamiento puede llevar a la falta de empatía o la incapacidad de encontrar alegría en cualquier cosa que se haga.
  • Sentirse desesperado e indefenso. Puede que simplemente sientas que no hay un final a la vista de tus tareas de cuidado, que se están apoderando de toda tu vida.
  • Desatender las actividades de salud y bienestar. La mayoría de los cuidadores reconocen la importancia de mantenerse activos, tanto física como socialmente, pero sienten que simplemente no pueden dedicar tiempo en su día a este tipo de actividades. Dedique un poco de tiempo para hacer ejercicio y usted mismo puede ayudarlo a sentirse mejor y mejorar su estado de ánimo.
  • Dificultad para relajarse incluso al recibir ayuda.Quizás la familia o los amigos se han ofrecido a ayudar durante algunas horas, pero el cuidador puede tener dudas de si lo harán correctamente y minimizar lo que los otros puedan hacer por su ser querido, y así  siempre renunciar al control sobre el cuidado de él, incluso por un corto tiempo. Este nivel de irritabilidad demuestra agotamiento. En este caso, aunque es difícil, está bien dar permiso para aceptar ayuda cuando la necesite, y puede hacerlo según sus términos.
  • Cambios en el apetito, pueden subir o bajar de peso
  • Dificultad para concentrarse
  • Evadir la socialización, se retira de frecuentar a los amigos y otros familiares
  • Perder el interés en actividades previamente disfrutadas.
  • Puede lesionarse alguna parte de su cuerpo con las actividades extra que realiza al ser cuidador de una persona y más si ésta presenta una discapacidad motora.

 

Consejos:

  • Recibir apoyo de un relevo temporal en la misma vivienda, ya sea para la ayuda de quehaceres domésticos y/o de atención para el enfermo.
  • Trasladar a su ser querido a una comunidad de vida asistida, donde se les garantiza recibir el nivel de atención y asistencia que necesitan para la mejor calidad de vida, hay algunos lugares en los que las visitas las puedes realizar diariamente.

 

 

 

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